El vidrio tiene un peso, temperatura y textura inigualables. También una especial sonoridad y transparencia, con capacidad de reflejar y refractar la luz en su interior y sus superficies, pareciendo, a veces, un cuerpo de agua. Aprovecho las formas fluidas que puede tomar el material en contacto con la flama. Al estar constituido por elementos que provienen del mar (arena, conchas, corales, etc.), encuentro a esta materia prima como algo precioso y misterioso, y de alguna manera, estas impresiones acaban atravesando las formas que surgen de su manipulación. Todas las piezas están formadas por esta noble materia prima, capaz de ser reutilizada infinitamente.